Porque cuando el faraón solicitaba que Moshé orara por él, porque Moshé no lo hacía al frente de él y en público?

Cuando uno de los designios de Di´s era desatado en la tierra, tanto Moshé como Aharón estaban en frente del faraón y de sus consejeros cuando caían las plagas sobre Egipto. Sin embargo cuando Moshé intercedía por el Faraón y por Egipto, tal oración no era hecha en público. De esta situación podemos aprender varias lecciones:

     Tal como nos enseña el Mesías, cuando ores, hazlo en secreto.

<<Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.>> Mat 6:6

Moshe oró en la presencia del Señ´r y no en la presencia del faraón porque siempre debemos hacerlo buscando tener intimidad y comunión con él. Cuando oramos en público estamos pensando en muchísimas cosas a la vez, menos en tener un momento a solas con Di´s.

      Cuando ores, no lo hagas como lo hacen los demás

<<Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.

No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.>>

Mat 6:8

De la oración e intercesión de Moshe el pueblo de Israel aprendió que no debemos orar en lugares que son dedicados a la idolatría. En la actualidad es concebido como una posibilidad (dentro de la halajá judía) el orar en mezquitas, ya que el pueblo árabe (al igual que el pueblo judío) no comparte la práctica de las imágenes y la idolatría.

Cuando oramos en lugares paganos e idólatras puede sentirse que el ambiente en si mismo es pesado; nos cuesta orar y poner en manos del creador la situación de la que queremos hablarle. Esto es porque en la oración se mueven cuestiones espirituales y potestades que van más allá de nuestra comprensión

      Cuando ores, alza las manos

<<Tan pronto como Moisés dejó al faraón y salió de la ciudad, elevó sus manos en oración al Señor y, en seguida, cesaron los truenos y dejó de granizar y de llover sobre la tierra.>>

Shemot 9:33

<<Quiero, pues, que en todas partes los hombres levanten las manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas.>>

1 Timoteo 2:8

Desde los tiempos de Moshé vemos que hay una importancia especial en levantar las manos en el momento de la oración. El solo acto de levantar las manos es un acto de rendición y dentro del contexto espiritual es la manera ideal de mostrarle al Señ´r que dependemos únicamente de él.

Luego de la venida del mesías hubo dos tradiciones mesiánicas que fueron condenadas por el judaísmo: el levantar las manos y el arrodillarse. Dentro de la halajá tradicional no está permitido arrodillarse en público y el levantar las manos no es bien visto dentro del judaísmo ortodoxo. Querido comunitario es tiempo de rescatar las tradiciones que nos dan identidad como mesiánicos: las bíblicas.