Según el versículo 17 del capítulo 7 fue el mismo YHWH quien golpeó al nilo:
El Señor dice: '¡Ahora vas a saber que yo soy el Señor! Con esta vara que llevo en la mano voy a golpear las aguas del Nilo, y el río se convertirá en sangre.
En versículos anteriores vemos que Aharón fue escogido como profeta de Moshe, para que hablara ante el faraón. En cada una de las plagas vemos la presencia tanto de Moshé como del Faraón para ejecutar los designios de Di´s. En las primeras tres plagas es Aharón quien actúa – bajo mandato del Eterno - y desde la cuarta en adelante, vemos que Moshé también participa en los milagros de Di´s. Aunque para el faraón y Egipto tales prodigios fueron calamidades y pestes, para el pueblo de Israel fueron milagros.
Los sabios de Israel nos enseñan que Moshé no golpeó al Nilo, porque fue el Nilo, quien lo salvó y lo condujo a donde la hija del faraón cuando era pequeño (Shemot 2:3). En retribución Moshé sintió gratitud por el Río. Es interesante que para las dos primeras plagas la orden de Di´s fuera el golpear el Nilo.
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