Actualmente la situación del Judío latinoaméricano que ha hecho aliyá (entendido como el que ha salido de Venezuela, Colombia, Ecuador, que sale de su país natal y siguiendo las promesas bíblicas de restauración viaja a Israel) es sumamente difícil. En lugar de encontrar aceptación por parte del Israelí – el habitante de Israel -, se encuentra un ambiente hóstil, inicialmente por el manejo del Idioma: al no hablar hebreo el judío de habla hispana que ha hecho aliyá es tenido como un ciudadano de segunda categoría, un olim hajadashim. El ser extranjero nos marca (por nuestro idioma, nuestras costumbres y nuestra cultura), y cuando te presentas como un extranjero (un guer), un turista (Taller) eres mejor recibido en Israel, que si fueres un Olé. Esta misma situación la podemos extrapolar a Colombia: así como no es fácil la vida de un extranjero en Colombia, mucho menos será la vida de un extranjero en Israel.
No siempre seremos extranjeros ni advenedizos. Según efesios 2: 11-19, los Gentiles de nacimiento están en un principio apartados de la ciudadanía de Israel y extraños a las promesas de éste pueblo, pero en Yeshúa el Mesías, pueden acercarse a su pueblo y ser llamados conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Elohim.
No hay comentarios:
Publicar un comentario