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viernes, 7 de septiembre de 2012

PSICOLOGIA Y ESPIRITUALIDAD EN LA PARASHA - PARASHA KI TAVÓ


Maldiciones Generacionales

“Y sucederá que si oyes atentamente la voz del Señor tu Dios para obedecer, para guardar todos sus mandamientos que yo te ordeno  hoy, también el Señor tu Dios te levantará sobre todas las naciones de la tierra.”
Deut. 28:1

Muchas veces hemos escuchado la pregunta; sí Dios existe, ¿porqué permite tantas desgracias e injusticias en el mundo?, esta es tal vez la pregunta que fundamente el ateísmo de muchos, y la verdad no creo que el plan inicial del Señor fuera este, no creo que le guste ver a sus hijos sufrir, sin embargo la parasha anterior nos da luces sobre este hecho, al permitir el divorcio, no porque estuviera en sus planes sino por la dureza de nuestros corazones, de la misma forma el Señor nunca quiso tanto sufrimiento, pero nuestros corazones son duros.

En la parasha Ki tavo hay una gran bendición y una gran maldición, bendición si obedecemos y guardamos los mandamientos del Eterno y maldición si nos rehusamos a hacerlo. En Deut 28:46 además se menciona que estas maldiciones alcanzaran nuestra descendencia, estas maldiciones se mencionan en todo el capítulo 28 e incluyen adulterio, ruina, robo, muerte, canibalismo, violaciones, plagas y enfermedades. Algunas de ellas las percibimos como normales y hasta nos hemos acostumbrado a vivir con ellas, el adulterio por ejemplo, existen zonas de nuestro país en donde esta práctica es avalada socialmente. Sin embargo aquí el Señor nos muestra la completitud del malestar de la cultura como llaman los psicoanalistas a todo aquello que no permite la realización del sujeto, nuestros problemas resultan ser no solo nuestros problemas sino son los problemas de nuestros antepasados, y alguien podría decir; ¿y, yo qué culpa tengo de lo que hizo mi abuelo?, pues bien, tienes su ADN y no estarías aquí de no ser por él.

Los estudios científicos realizados en Estados Unidos, Europa y Asia muestran que el 40% de los rasgos de la personalidad son transferidos genéticamente, esto incluye tendencias adictivas como el alcoholismo y la drogadicción, tendencias suicidas, depresión, patrones de pensamiento y habilidades sociales, en otras palabras si su abuelo fue alcohólico, usted tiene un 40% de probabilidad de serlo también[1]. En cuanto a la conducta suicida las cifras también encontramos que más del 40% del comportamiento suicida tiene un componente genético, esto quiere decir que ante la misma situación estresante el hijo de un suicida tiene el 40% más de probabilidad de suicidarse con respecto al hijo de alguien que no tiene ideación suicida[2]. Por lo tanto si bien los rasgos de personalidad y patrones de comportamiento pueden ser estudiados a partir de la cultura es innegable que ciertos comportamientos y en particular los que tiene que ver con patologías son trasmitidos genéticamente y constituyen una predisposición para seguir los mismos pasos de nuestros padres. A estas tendencias heredadas genéticamente se les ha llamado en el ámbito cristiano maldiciones generacionales y constituyen esa carga del pasado de nuestros padres, sin embargo a pesar de esta predisposición genética para ser como nuestros padres y seguir sus tradiciones, estas maldiciones generacionales que están presentes en las enfermedades congénitas tienen un propósito y cabida en los planes del Señor, por ejemplo en Jn 9:1-4 nos relata el caso de un hombre ciego de nacimiento y el propósito de este hecho para que las obras del Señor se manifiesten en él, de la misma forma sucede con estos rasgos genéticos al tener conocimiento y ser abiertas nuestras mentes en la palabra del Señor es posible que entendamos los hecho de nuestra vida y porque el Señor permite algunas cosas, pero también de conocer sobre sus bendiciones, esta parasha no solo nos muestra el origen de muchos problemas sino también nos dice que existe bendición en seguir al Señor y obedecerle. Si por la dureza de los corazones de nuestros padres y su debilidad nosotros nos hemos hecho malditos, como creyentes en Yeshua (Jesús) es nuestro deber hacer frente a estas maldiciones. Si tomamos en cuenta el texto de Rom 8:1-14 podemos ser librados de ellas, y nuestro ADN renovado, es nuestro deber orar por nuestros pecados generacionales, pedir perdón por nuestros antepasados, por nosotros y por nuestros hijos.
Que sea el Señor dándonos discernimiento sobre los pecados de nuestras familias y permitiendo que en el tiempo de Teshuva, en estas cercanías de Iom Kipur el perdón y la verdadera gracia del Señor nos cubra y nos haga libres para servirle en la forma en la cual él lo planeo desde el principio.
                         
Paola Andrea Hincapié - Psicóloga




[1]Yamagata, S. et al. Is the Genetic Structure of Human Personality Universal? A Cross-Cultural Twin Study From North America, Europe, and Asia, Journal of Personality and Social Psychology, Vol 90(6), Jun, 2006. pp. 987-998
[2] Andrej Marušic, Suicidology Meeting Genetics, Crisis 2006; Vol. 27(3):105–106, en 

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Desde un punto de vista equilibrado, este es un espacio para profundizar y estudiar los mandamientos que Di´s entregó en el Sinaí al pueblo de Israel y al mundo entero!