“Polvo eres y al polvo volverás”, Gen 3:19, esta frase nos recuerda la propiedad física de nuestro cuerpo, su naturaleza finita y efímera. Nuestros cuerpo es sólido y compuesto de muchos elementos como el agua, la cual al exponerse a bajas temperaturas se solidifica, en este estado aumenta su volumen, pues los enlaces encargados de unir un átomo de hidrógeno con dos de oxígeno son puentes de hidrógeno, permitiendo que las moléculas se organicen en forma de panal de abejas durante la solidificación ya sea por bajas temperaturas o por cambios de presión, en este estado las moléculas permanecen prácticamente inmóviles, como algunas personas que ni siquiera se quieren acercar al Señor, su vida espiritual permanece inmóvil y sin vida, su Neshamá yace latente pero inerte, y aunque no es difícil que el agua vuelva a su estado líquido la mayoría de las veces así como en los humanos las condiciones que llevaron a la solidificación del agua y del espíritu permanecen y no hay nada mas difícil que disolver un estado mental.
Otro estado de la materia que observamos a diario en el agua es el líquido, en este estado los enlaces por puentes hidrógeno aunque fuertes no proveen la estabilidad necesaria para que posea forma, sino que toma la forma del recipiente que la contiene, como todas esas personas que dicen creer en Dios pero se acomodan fácilmente a todo credo, están de acuerdo con todos pero no practican nada o peor aun practican todo.Lo grave de este estado es, que por la naturaleza de los enlaces que permiten que al unirse dos átomos de oxígeno con uno de hidrógeno los electrones del último nivel disponible en cada uno de los átomos se completa, es decir no hay espacio para más enlaces, razón por la cual este tipo de enlace es uno de los más fuerte y estables que se conocen y es la razón por la cual el agua tiene uno de los puntos de ebullición más altos, en necesario utilizar gran cantidad de energía para disolver los enlaces y que el agua cambie de estado, de la misma forma es más fácil que un cristiano tibio se enfríe en su fe a que trascienda al siguiente nivel, este estado es como un nivel de comodidad en el cual quedamos bien con todo el mundo “creo en Dios pero los homosexuales también tienen derechos”, recordemos que as como el cumplimiento de un mandamiento lleva al otro, también un pecadillo lleva a otro hasta que llegamos a uno realmente grave.
En la parashat tzav, se muestran los diferentes sacrificios de comunión, de encuentro verdadero con el Señor, la olá es consumida totalmente y convertida en ceniza y vapor de agua, este vapor tiene propiedades físicas tales que le permiten viajar libres por el aire incluso subir a las capas de la atmósfera en las cuales se encuentran las nubes, tal cual resultan ser las oraciones de los justos: su alma se puede elevar, pues su naturaleza ha sido purificada y su mente se ha abierto a los preceptos del Señor, por lo tanto su forma de pensar y su actuar están guiadas por la voluntad del Altísimo, y pueden elevarse tan alto que llegan al santuario mismo en el cual habita quien nos creo y es dueño de todo.
Ps. Paola Andrea Hincapié
Psicóloga y Estudiante de Física
Universidad Nacional de Colombia
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