“Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Mashiaj,
y cada uno es miembro de ese cuerpo” 1Cor.12:27 (NVI)
En la séptima Aliyá de la Parashá Matot (Tribus) se nos habla de la respuesta dada por Moshé a los Gaditas y Reuvenitas luego de haberle dicho que deseaban establecerse en la tierra de Galaad sin tener que cruzar el Yardén y por tanto sin pelear junto con sus hermanos para conquistar la tierra que Adonai había prometido a sus antepasados, “Moisés les contestó: -Si están dispuestos a hacerlo así, tomen las armas y marchen al combate. Crucen con sus armas el Jordán, y con la ayuda del Señor luchen hasta que él haya quitado del camino a sus enemigos. Cuando a su paso el Señor haya sometido la tierra, entonces podrán ustedes regresar a casa, pues habrán cumplido con su deber hacia el Señor y hacia Israel. Y con la aprobación del Señor esta tierra será de ustedes”. Núm 32:20-22 (NVI).
En la parashá Masei en su séptima Aliyá, luego de la ordenanza de D-os frente a la repartición de la tierra, surge un dilema planteado por los jefes de las familias patriarcales de los clanes de Galaad, quienes informan su preocupación frente a la pérdida de su territorio si las hijas de Zelofejad se casarán con hombres de otras tribus (Núm 36:3-4), es por ello que por mandato de D-os, Moshé informa al pueblo que toda mujer que herede tierras, deberá casarse con un hombre de la familia patriarcal y que ninguna heredad en Israel deberá pasar de una tribu a otra.
En Psicología existen varios enfoques, uno de ellos es el Sistémico, el cual está basado en la Teoría General de los Sistemas concebida por Bertalanffy en 1940 y en la que se ve al sistema como un todo, siendo sus componentes solamente comprendidos cuando se contempla como una organización interdependiente, es precisamente por medio de este enfoque que en este comentario quiero describirles la estructura del pueblo israelita en aquel tiempo.
Así pues, vemos cómo a pesar de haberse criado con los mismos valores de unidad, compromiso y trabajo en equipo, las tribus de Reuvén y Gad en un acto en el que primó su interés individual solicitan a Moshé, al sacerdote Eleazar y a los jefes de la comunidad quedarse en las tierras de Galaad y no tener que cruzar el Yardén; esto es interpretado desde el enfoque sistémico por medio del concepto de equipotencialidad (una de las propiedades de los sistemas abiertos), el cual nos dice que pueden obtenerse distintos resultados en un sistema a pesar de que se parta de una misma situación inicial, por lo que el hecho que todos los israelitas hayan recibido las mismas pautas de crianza, no implica que todos se comporten de la misma manera; a pesar de esto al recibir un “regaño” por parte de Moshé acceden a acompañar en la batalla a sus hermanos, lo que nos deja entrever que en estas tribus solamente se lograba algo por medio del castigo, es así como vemos que después de la advertencia de Moshé ellos acceden a “regañadientes” a batallar, por lo que habiendo una transferencia ó retroalimentación por parte de Moshé , se recibe un resultado ó respuesta de parte de las tribus implicadas; Moshé sabía que de no acudir a la amenaza ellos no acompañarían a sus hermanos y como consecuencia se presentaría una circularidad y retroacción, es decir el comportamiento de no querer cruzar el Yardén influenciaría a los otros generando desánimo para hacerlo; es precisamente de esa manera que funciona un Sistema, si un subsistema ó uno de sus componentes tiene un cambio, inmediatamente transmite la información a todo el sistema y esto se verá reflejado en todos, sin embargo en un acto de lo que podríamos llamar Homeostasis logrado por medio de la retroacción negativa que conduce a generar un comportamiento adaptativo, las tribus de Gad y Reuvén acceden a ir a la batalla con sus hermanos.
Así mismo se observa muy marcado el concepto de unidad en la Séptima Aliyá de la Parashá Masei, en la que se determina claramente una “regla familiar reconocida” que es uno de los componentes dentro de una estructura familiar que permite que un sistema funcione por medio de acuerdos relacionales que delimitan los comportamientos permitiendo una organización razonable del pueblo israelita y que en este caso específico permitió establecer que con el fin de proteger los territorios de cada tribu (y en un acto de justicia) las mujeres que heredaran algún territorio deberían casarse con un hombre de la familia patriarcal.
Es muy hermoso analizar la funcionalidad y propiedades dentro del pueblo israelita en aquellos momentos en los que estaban a punto de entrar a la tierra prometida, y aunque en la Parashá Matot se encuentra al pueblo en una situación compleja, es importante dejar claro que el tener problemas en una familia hace parte del proceso necesario que permite generar cambios en la misma y estar en constante crecimiento.
Angie Ramírez
Psicóloga - UNAD
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