“Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor —contestó Yeshúa—. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Marcos 12:29 (NVI)
La parashá de esta semana es Ree que significa Observa, en ella Elohim presenta dos opciones, una de bendición y otra de maldición y nos describe los preceptos y las normas que deberán observar los israelitas, explicando qué se debe hacer con los lugares de adoración de las naciones que van a desposeer, enseñando cuál será el lugar único de adoración y advirtiendo sobre las consecuencias de la idolatría, los alimentos que se podrán y no podrán consumir, los diezmos, ofrendas, holocaustos, el año del Jubileo y las fiestas. Moshé está dando la instrucción de D-os al pueblo por medio de la palabra y todos se encuentran atentos a ella, pero además deberán aplicarla y recordarla en todas sus generaciones para mantener la bendición que D-os ha prometido.
Aunque puede parecer un proceso simple de escucha para luego aplicar, hay más procesos involucrados, de los que el Observar es definido como el ver y oír, asimilando los rasgos de un elemento utilizando los sentidos. Existen etapas del procesamiento de la información en la que se involucran procesos cognoscitivos básicos y superiores, en esta parashá nos detendremos en los básicos conformados por la sensación, la percepción, la atención y concentración y la memoria, así mientras Moshé hablaba, el pueblo por medio de dicha sensación estaba convirtiendo la información física en información nerviosa para luego transformar esa información sensorial en otro proceso más complejo denominado percepción, por medio de la cual esa información recibida es organizada e interpretada, todo esto por medio del Sistema Nervioso Central generando un significado para cada uno de los israelitas, luego de esto el pueblo tuvo que mantener su atención seleccionando la información sensorial para dirigir los procesos mentales por medio de la concentración, que consiste en aumentar la atención sobre los estímulos adecuados, en este caso las instrucciones que D-os estaba dando por medio de Moshé y no en otros innumerables estímulos externos que los podrían distraer y alejar de la bendición; era tan importante la información que estaban recibiendo de Moshè para toda su vida y la de sus generaciones que el pueblo permaneció atento; y en verdad dependía de esto para que dicha información recibida pasara por un último proceso básico llamado memoria, que es la capacidad de traer el pasado al presente, proceso por el cual se codifica, almacena y recupera información.
Esta información hubiese podido quedar depositada en una memoria sensorial pero habría desaparecido en menos de un segundo, de igual manera pudo quedar almacenada en la memoria a corto plazo con capacidad de recordación de 20 segundos pero sería un fracaso, sin embargo por medio de la tradición verbal, la repetición, el Shemá, entre otros; la instrucción luego de tantos siglos no se ha olvidado ya que fue procesada por la Memoria a Largo Plazo y se convirtió poco a poco en una memoria colectiva que hoy día nos llega a nosotros y nos permite conocer aun sin haber estado presentes en aquel momento de las raíces hebreas de la fe, esta memoria colectiva nos ha permitido Baruj Hashem conocer de la Salvación que fue otorgada por la preciosa sangre de nuestro Mashiaj Yeshúa, pudo ser diferente si el pueblo no hubiese estado atento, pero alabado sea el Eterno a pesar de lo complejo de cada uno de los procesos mentales involucrados, ellos Observaron y por medio del procesamiento de la información explicado aprendieron y enseñaron Torah por generaciones.
Angie Julieth Ramìrez Sànchez
Psicóloga - UNAD
No hay comentarios:
Publicar un comentario