Los mandamientos no son ni buenos, ni malos; son "observables"
El mandamiento de no comer el gid hanashé está descrito en Bereshit 32:31 -32. Según el contexto descrito de este mandamiento en la torah, es un mandamiento que se estableció conforme a las tradiciones de los hijos de Israel, "ya que por eso hasta hoy los hijos de Israel no comen del tendón de la cadera que esta sobre la coyuntura del muslo".
Este es uno de los mandamientos descritos en la Torah como "Edot" (testimonio), ya que muestra en su observancia, la identidad del pueblo de Israel.
Frente al mandamiento del Gid Hanashé, el creyente en el mesías se siente como "en un sandwich de fe"; ya que no fue un mandamiento dado por el Eterno, sino fue una tradición avalada por Él con el pasar del tiempo.
Este mandamiento nos trae una reflexión sobre nuestra identidad. Debemos recordar que nuestra identidad no debe estar marcada por platos típicos, bailes ó un vestuario particular, ya que tales características son un conglomerado de expresiones e influencias de distintos países (por ejemplo, la música hebrea fue permeada por otras culturas como la rusa, la alemana, la italiana, etc). Es preferible basar nuestra identidad en conceptos bíblicos como las Fiestas del Eterno (El Shabat, Pesaj).
Quien guarda este mandamiento debe ser consciente que fue una tradición de hombres en primer lugar y que fue avalado por el tiempo por H", ya que quedó consignado en su Torah. Cada vez que el judío quita el gid Hanashé a la hora de la preparación de la comida, recuerda el suceso de nuestro padre Yaacov, y la lucha que sostuvo con aquel hombre hasta el alba. El Gid Hanashé le recuerda al pueblo judío que, sin importar tan dura que sea la situación, y que tan fuerte este "rengueando", Di´s Todopoderoso los hará prevalecer
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