Las
Ofrendas del Señor y de los Madianitas
La parasha
Pinjas nos trae varios sustanciosos temas, como el liderazgo, el
arrepentimiento, la repartición de la tierra y el censo, temas ampliamente
comentados, sin embargo, me llamo la atención la cantidad de sacrificios
mencionados en esta porción para cada una de las fiestas, las ofrendas que el
Señor pide son ofrendas comestibles, así este estipulado que deben consumirse
en el fuego o en otros casos deben comerse, entonces, ¿qué diferencia las
ofrendas del Señor de las ofrendas a
otros dioses?
La primera
sensación de plenitud y placer del ser humano es dada por la madre al alimentar
al bebé, éste conoce la satisfacción completa, la plenitud a través del
otro, observen un bebé después de que su
madre lo ha alimentado les puedo asegurar que no existe un ser más feliz. Es a
través de la madre que el ser humano conoce el placer, pero también conoce la
norma básica del vivir, “el otro”, es en este primer momento que conoce, que la
completitud solo viene a través del otro, es aquí en donde se da cuenta que no
estamos hechos para vivir solos que necesitamos del otro para encontrar nuestra
felicidad.
Al ser destetado,
se sufre una perdida, la separación real de la madre que es amplificada por la
presencia del padre, entonces de ese placer solo queda el recuerdo, y es el
punto en el cual la fantasía solo empleada en un principio en función del juego
comienza a ser utilizada para remembrar el placer de mamar, entonces, el niño
conoce otro placer al controlar sus esfínteres, las heces son una posesión
preciada que es ofrendada a la madre,
¿por qué se dice esto?, muy simple, en esta etapa es realmente la única posesión; por un lado, por el otro, existe un placer al defecar, se siente bienestar, por lo tanto se está ofrendando el propio placer, que a su vez provoca aprobación en la madre. Sabiendo esto, que es parte del desarrollo sexual de todo ser humano resulta para mi muy curioso conocer el hecho de que las ofrendas para Baal Peor eran justamente las heces, los madianitas defecaban en frente a su ídolo para adorarle.
¿por qué se dice esto?, muy simple, en esta etapa es realmente la única posesión; por un lado, por el otro, existe un placer al defecar, se siente bienestar, por lo tanto se está ofrendando el propio placer, que a su vez provoca aprobación en la madre. Sabiendo esto, que es parte del desarrollo sexual de todo ser humano resulta para mi muy curioso conocer el hecho de que las ofrendas para Baal Peor eran justamente las heces, los madianitas defecaban en frente a su ídolo para adorarle.
¿Será que los
madianitas no superaron la etapa anal? La verdad carezco de herramientas
necesarias para responder esta pregunta, pero si nos dice mucho sobre en que
estaba puesta su fe, me refiero al hecho del pensamiento infantil de que mi
mamá me mira por lo que hago y no por lo que soy. Hoy en día, la cultura
consumista no nos lleva a defecar en frente de los bancos, pero si a comprar
cosas que no necesitamos con la premisa de la felicidad, placer, satisfacción y
hedonismo instantáneos.
Por otro lado,
tenemos en Num 28 y 29 las ofrendas
que el Señor ha establecido en sus fiestas y días de reposo, las ofrendas son
comestibles en su totalidad y están enfocadas a la celebración en comunidad al
bienestar en familia. Del desarrollo humano la principal enseñanza es que el
ser humano es un ser social, por ende no puede ser feliz y completarse sin el
otro, pero para vivir con el otro hay que realizar ciertos sacrificios, las
ofrendas son muestras de aquello a lo que estamos dispuestos a entregar, habla
de lo que hay en el corazón. La palabra korvan
aparece 82 veces en la torah y viene de la raíz karav que significa acercar, en
otras palabras cuando el Señor nos pide una ofrenda nos está diciendo acércate.
Una cosa que he aprendido es que cuanto más se repita algo en la palabra del
Señor más importancia adquiere, no creo que el Señor necesite becerros y
corderos, considero que el propósito de la ofrenda está más ligado a nuestro
crecer espiritual, así como la ofrenda que damos muestra quienes somos, también
el ofrendar continuamente nos ayuda a crecer y ser cada día mejores, lo cual a
su vez mejora la ofrenda. De la misma forma que Yeshua en Juan 15:1 – 6, nos
pide que demos fruto, nos exhorta a acercarnos al Señor y en esta medida dar el
fruto que nos corresponde de acuerdo a los dones que el Señor nos da y al
crecimiento alcanzado a medida que permanecemos en él, más adelante la ofrenda
adquiere un significado más profundo pues implica que en la medida que damos
fruto glorificamos al Señor, allí está la clave la verdadera forma de ofrendar,
está en nuestro propio comportamiento y la intención del mismo no en el objeto
ofrendado, es la intención de acercarnos, de agradarle y las acciones que esto
conlleva lo que verdaderamente constituye la ofrenda y lo que finalmente nos
llevará al gozo y cercanía con el Señor.
Hoy en día no sacrificamos toros y corderos,
entonces pienso, es válido preguntarnos en qué consiste mi ofrenda al Señor,
será esta agradable a él, será mi ofrenda como la de los madianitas o cómo la
que nos pide el Señor.
Paola
Andrea Hincapié Prieto.
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