TOLDOT (תולדת)
EL AGUA EN CRISIS
El
agua es un recurso natural del cual depende la vida desde muchos puntos de
vista. Desde el funcionamiento de una pequeña célula, en la cual la gran
mayoría de los procesos a escala molecular se desarrollan en un medio acuoso.
Pasando por actividades cotidianas como el aseo personal y la preparación de
alimentos. Hasta el uso de su fuerza y energía potencial en el movimiento de
las turbinas que producen la energía en las hidroeléctricas. Debido a esto, la
escasez a varias escalas genera conflictos en diferentes magnitudes. No solo
competencia y muerte en el mundo natural, sino que trasciende a conflictos
políticos, sociales, comerciales y religiosos en medio de las sociedades
humanas.
Dichas
disputas no se ven solo en la actualidad, sino que han existido desde muy
temprano en la historia de la humanidad. Es así como en la parashá
(porción de la Escritura) Toldot se nos narra: “...
Isaac se fue de allí, y
acampó en el valle de Guerar, donde se quedó a vivir. Abrió nuevamente los
pozos de agua que habían sido cavados en tiempo de su padre Avraham, y que los
filisteos habían tapado después de su muerte, y les puso los mismos nombres que
su padre les había dado. Cierta vez, cuando los siervos de Isaac estaban
cavando en el valle, encontraron un manantial. Pero los pastores de Guerar
discutieron acaloradamente con los pastores de Isaac, alegando que el agua era
de ellos. Por eso Isaac llamó a ese pozo Pleito, porque habían peleado con él.
Después sus siervos cavaron otro pozo por el cual también se pelearon. Por eso
Isaac lo llamó Enemistad. Entonces Isaac se fue de allí y cavó otro pozo, pero
esta vez no hubo ninguna disputa. A este pozo lo llamó espacios libres, y dijo:
'El Señor nos ha dado espacio para que prosperemos en esta región'” (Bereshit/Génesis 26:17-22)[1].
Avraham
y Avimelek
también habían tenido una disputa debido a un pozo. “...Entonces Abraham llevó
ovejas y vacas y se las dió a Abimélec, y los dos hicieron un pacto... -
Acepta estas siete corderas – le
contestó Abraham [a Abimélec] –. Ellas te servirán de prueba de que yo cavé
este pozo...” (Génesis 21:27 y 30)[1]. En la actualidad, el panorama
no ha cambiado mucho, “la escasez del agua ha dado como resultado diversas
disputas que surgen entre las comunidades, regiones y gobiernos centrales y
estatales... Por tanto en muchas de las regiones del mundo donde existen ríos,
las poblaciones aledañas han desencadenado serios conflictos. [Incluso varios
autores afirman que] tal es el caso de los israelitas y los palestinos (el río
en disputa es el Jordán). Lo mismo que los países que bordean el Nilo”[2].
A
este conflicto se suma la privatización. La construcción de presas para
hidroeléctricas, todo lo que gira alrededor de la potabilización y distribución
del agua hacia las urbes que pasa cada vez más de manos del estado a entidades
privadas, así como el fenómeno cada vez más creciente del agua embotellada son
evidencia de que “La proliferación de los grifos y del agua envasada nos han
hecho olvidar que antes de que circulase por las tuberías y de que se vendiese
en botellas de plástico, el agua era un regalo de la naturaleza”[3]
y más que eso un regalo del Creador. “La Coca-Cola Company y Pepsi saben que lo
único que sacia la sed de verdad es el agua, por eso se han involucrado en el
sector del agua embotellada... Además
de que el comercio del agua embotellada contribuye a la contaminación, pues los
envases están hechos de plástico no renovable”[2].
Ante
este panorama, frente a un recurso renovable pero que por su mal uso se nos
presenta escaso, y que aparenta no bajar de la escala de las grandes
multinacionales y los gobiernos de los países, nosotros como creyentes y
personas del común tenemos un llamado principalmente a la oración pidiendo al
ETERNO que traiga su justicia y ponga en orden este mundo que cada vez parece
estar más al revés. Pero también con acciones prácticas, que cada uno de
nosotros puede hacer en sus hogares: Evitar desechar aceites y gasolinas por
las alcantarillas, sino depositarlos en recipientes como botellas de plástico y
botárlos a la basura principalmente en la reciclable. También reducir el
consumo de agua embotellada mientras haya la posibilidad de tener un buen
suministro de agua en el hogar y de ser necesario hervir el agua, previo al
consumo. Además evitar el desperdicio, cerrar el grifo mientras aplicamos el
jabón a nuestras manos o cepillamos nuestros dientes, al lavar la losa o darnos
una ducha.
Finalmente,
en las políticas que se han empezado a desarrollar en Colombia para la Gestión
Integral del Recurso Hídrico, que se basa en 8 principios, uno de éstos
reconoce la importancia del rol de la mujer en la adecuada administración del
agua[4]. Recordamos que varias de las esposas de nuestros patriarcas
(Isaac, Jacob, Moisés) fueron encontradas por ellos, cuando se acercaban al
pozo a sacar agua, pues al parecer esta era una de las labores de las mujeres.
En la sociedad actual en la que vivimos, podría sonar machista, reconocer este
rol al interior del hogar, haciendo un buen uso en actividades relacionadas con
el cuidado y mantenimiento de la casa. Pero nosotras como creyentes,
reconociendo un modelo bíblico en el que somos llamadas a ser buenas
administradoras de nuestro hogar y mujeres ejemplares como reza en proverbios
31, podemos reconocer el gran privilegio, honor y responsabilidad que el
Altísimo ha puesto en nuestras manos, al poder tener una participación activa y
que aunque parezca insignificante es multiplicativa, en el cuidado de un regalo
que nuestro Padre ha dado y que es vital para la humanidad y toda su creación.
Rocío Delvalle Quevedo
Bióloga en formación
12 de Noviembre de 2012
REFERENCIAS
[1]
La Biblia. Nueva Versión Internacional
[2]
ZAVALA, R. La Mercantilización del Agua. Comentario del libro: Vandana Shiva,
Las Guerras del Agua. Privatización, Contaminación y Lucro, Siglo XXI, México
2003. http://www.politicas.unam.mx/razoncinica/La_mercantilizaci%C3%B3n_del_agua.html
[3] SHIVA, V. Las Guerras del Agua:
Contaminación, Privatización y Negocio, 2004.
[4] MAVDT. 2010. Política Nacional
para la Gestion Integral del Recurso Hídrico.
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