El efecto mariposa, es el nombre que se le ha dado al fenómeno de pequeñas perturbaciones, este hecho se refiere a que al incorporar diferentes condiciones iniciales o pequeñas perturbaciones a un mismo fenómeno caótico se provocan evoluciones completamente diferentes aunque la variación sea pequeña, ejemplos de esto se han dado en la cultura pop en las películas del mismo nombre. Existen además, fenómenos como el clima en los cuales se da este hecho, en este sistema es posible predecir a corto plazo, sin embargo al intentar realizar predicciones a largo plazo se observa que las mismas condiciones iniciales pueden dar lugar a diferentes predicciones.
Como se muestra en la gráfica, este sistema no sigue una trayectoria definida y determinista sino que por el contrario es caótica. De la misma forma el comportamiento humano es un sistema dinámico no determinista, es decir no es posible predecir con exactitud la conducta a largo plazo, y si bien, el mejor predictor de la conducta futura es la conducta pasada, las conductas posteriores siempre estarán ligados a una gran cantidad de variables que no estaban presentes en un comienzo.
Si ponemos los mitzvot (mandamientos), como una pequeña unidad de medida de nuestro comportamiento, encontramos que cada uno de ellos también provocan evoluciones completamente diferentes aunque la variación sea mínima: El cumplimiento de un mandamiento conducirá a otro mayor y la recompensa que trae el cumplimiento de la palabra del Señor además de la alegría y el gozo, traerá consigo el cumplimiento de otra mitzvah.
De una simple acción se desencadenan muchas más que resultan ser bendición en nuestras vidas, así como también los errores y faltas que podamos cometer. Así como un mandamiento puede llevar a otro, un pecado lleva a otro: la envidia puede conducir al deseo de lo ajeno y este al adulterio, el adulterio a la mentira -tal como lo expone Santiago en su carta - 1:15- y la cadena se vuelve interminable de forma que finalmente es imposible volver a la condición inicial.
Esta situación es comparable a las curvas fractales cuyos brazos se dividen infinitamente como la curva de koch que de un simple triángulo al dividirse infinitamente resulta una figura completamente diferente.
Sin embargo a diferencia de la naturaleza y de los sistemas caóticos, una vez al año tenemos una oportunidad única, la de devolver nuestros pasos y recordar nuestros errores, hacer un inventario de faltas, las graves, las recurrentes, las leves, etc, como sea que las llamemos. y regresar, hacer Teshuvá Por si misma, la sucesión de éste fenómeno caótico al cual llamamos vida es igual de complejo e inestable al igual que el efecto mariposa. Sólo en el día de Iom Kipur realmente podemos "volver" (Shuvá) a nuestra condición inicial
Con Yeshúa como nuestro abogado y a través de un sincero recuento de faltas, de una verdadera anulación de compromisos y sobre todo con una entrega en nuestro ayuno que comienza con una preparación en nuestra alimentación y forma de beber para garantizar que no suframos mucho por hambre y que esta desesperación no nos impida disfrutar de la cercanía del Señor con su pueblo en estas fechas, pues es en ellas que podremos enfocarnos en lo realmente importante de esta celebración, no es simplemente el dia que no comemos, es la celebración de que el Señor en su infinita misericordia y conocimiento de nuestra naturaleza nos permite hacer borrón y cuenta nueva, o como se diría matemáticamente hablando, "deshacer las sucesiones complejas dentro de un sistema caótico".
Gamar Jatimá Tová
Paola Andrea Hincapié
Psicóloga - Estudiante de Física
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
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