“Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora á los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente” Gen 15:5
De este pasaje se dice que el Señor sacó a Abraham del planeta y le mostró la inmensidad del universo, una de las cosas más interesantes de la observación astronómica es cómo se ve el universo desde la tierra sin la medición de la atmósfera, la posicion de las estrellas cambia por el fenómeno de aberración, por el cual se observa un corrimiento entre la posicion real y la aparente de los cuerpos celestes, por esta razón la única forma de conocer el universo tal cual es, es saliendo de la atmósfera terrestre, por ello los telescopios más potentes se encuentran hoy en dia en órbita.
imagen 1: la via lactea observada desde la plataforma paranal en Chile
La estructura del universo tal y como la ciencia moderna nos lo muestra esta organizada en galaxias, en las cuales se encuentran sistemas y otros cuerpos estelares, algunos de lo puntos que vemos como estrellas son en realidad galaxias, vemos incluso como un borrón blanco en el firmamento el resto de la galaxia en la cual nos encontramos, llamada via láctea, por su parecido a un borrón de leche. Las estrellas se organizan gracias a la fuerza centrípeta, en galaxias y estas a su vez forman cúmulos y supercúmulos de galaxias. El universo observable desde nuestro planeta tiene varias características, una de ellas es que debido a esta organización, las demás galaxias se ven en un mismo plano, el plano de la eclíptica, el mismo en el cual se observan el sol, las constelaciones del zodíaco y los demás planetas del sistema solar, en este mismo plano es posible encontrar otras galaxias de nuestro cúmulo. La posicion en que las vemos no nos permite ver su tamaño real, ni su lejanía, solo nos da un vestigio de la inmensidad de la creación del Señor.
En la gráfica observamos nuestra galaxia y en efecto algunas de las constelaciones que vemos se encuentran muy cerca, pero no es así con todas. El Señor también le dijo a Abraham “multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra”, ¿Se imagina usted qué habrá pensado o sentido al observar tantas maravillas?, antes de la invención del telescopio nadie habia visto las maravillas de su creación, Abraham pudo saber desde el principio que el sol no giraba alrededor de la tierra sino todo lo contrario, pudo saber que estamos en una galaxia, ver en realidad lo pequeños que somos, pienso que este hecho reforzó su fé y temor ante las promesas del Señor.
Le invito cada mañana y noche observar el cielo y darse cuenta que no puede ser que exista tanta maravilla sin un propósito, sólo porque sí. La creación clama al Señor y desde nuestra privilegiada posición podemos verlo, muchas señales se nos muestran, en ocasiones se han confundido con prácticas que no permiten en realidad observar la belleza del creador pues es solo en sus raíces, que se interpreta y entiende el proposito de cada cosa, “porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?”.
Paola Andrea Hincapié
Psicóloga - Estudiante de Física
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
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