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viernes, 14 de marzo de 2014

UNA REFLEXIÓN SEMANAL - UN NUEVO COMIENZO



En esta parashá encontramos como en el día octavo, Moshé ultima algunos detalles para iniciar el servicio sacerdotal. Si bien, en las parashá anteriores observábamos como el Eterno daba instrucciones por medio de Moshé para construir el Mishkán, marcando así el inicio de una obra, en esta nueva Parashá marca un nuevo comienzo; tal cual como sucedería cuando el Eterno hizo en siete días los cielos y la tierra, en el Octavo hay un segundo inicio donde Adán y Eva emprenden un camino posterior a la creación.

Sin lugar a dudas el número ocho tiene un gran significado en las escrituras. Al octavo día de nacimiento, un hijo varón es circuncidado, la resurrección del Mashiaj está marcada por el día octavo, ocho es la cantidad de referencias del Antiguo Testamento en el libro de Revelaciones capítulo uno, octavo es el milenio de los cielos y tierra nueva.

Sin lugar a dudas, este número marca una nueva o segunda oportunidad que brinda el Eterno para andar en sus caminos y habitar en su Presencia, por ejemplo la construcción del Mishkán simboliza el lado material de este mundo, y el servicio connota el lado espiritual, perfectamente se hubiera construido una tienda de reunión, pero si el corazón de Aarón no estuviera dispuesto a un servicio que implicaba algo espiritual, de nada hubiera servido la construcción de este. 

En la creación, después que el Señor creara un mundo material, crea el espiritual por medio de Adán y Eva, so pena de que estos renunciaran a este propósito, más adelante hay un nueva oportunidad por medio del Mashiaj que resucitó en el octavo día. 

En la circuncisión de un bebé, muchos interpretan que esta es una señal física, de hecho Rab Shaul así lo da a entender, sin embargo, vemos como este es el segundo hecho más importante posterior a su nacimiento "físico" y se hace al octavo día, marcando así una señal de pacto espiritual.

Un hecho importante que marca un nuevo comienzo dentro del pueblo de Israel, ocurre después de terminar el Mishkan, Moshé ordena a Aarón traer un becerro para el sacrificio expiatorio, si bien recordamos, el primer pecado del pueblo después de haber salido de Egipto fue con un becerro, para esta ocasión, el Eterno permite un sacrificio (precisamente un becerro) para perdonar el pecado y así dar una segunda oportunidad a su pueblo. Lo anterior, hace referencia a que primeramente el pueblo actuó en su carne “en lo material”, pecando así con el becerro, y ahora estaba dispuesto a un nuevo ciclo espiritual, no sin que antes hubiera muerte, es decir, el sacrificio de un animal.

Otro hecho importante que marca el octavo día como señal de un nuevo comienzo o una nueva oportunidad es lo que ocurrió con Noé. Bien sabemos que fueron ocho personas las salvas en el arca, y que posteriormente fueron las que iniciaron un nuevo ciclo donde la paz y la justicia reinaban.

Hermanos!, que esta parashá sea la oportunidad perfecta para tener un nuevo comienzo en las cosas que sabemos hemos fallado reiterativamente y que nos alejan del cumplimiento del propósito de D.os en nuestras vidas, finalmente si el Eterno nos creó no fue con la finalidad única que trabajáramos, estudiáramos y nos distrajéramos con los afanes del mundo, sino con una finalidad trascendente a nivel espiritual.

Sebastián Molina
Columnista

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Desde un punto de vista equilibrado, este es un espacio para profundizar y estudiar los mandamientos que Di´s entregó en el Sinaí al pueblo de Israel y al mundo entero!